¿Deben entrometerse los padres en la labor del entrenador?



En teoría el trabajo del entrenador de fútbol infantil es tan especializado y profesional que no cualquiera debería ejercerlo. En la práctica, la realidad es otra. Personajes que dejan mucho que desear realizando prácticas desleales, contraindicadas y antipedagógicas.

La realidad es que haber estudiado un curso de fútbol hace 10, 20 o más años, no te debería permitir el acceso considerando que el fútbol formativo es una actividad especializada y profesional que constantemente evoluciona. Nosotros por ejemplo en Futbolscopia nos preocuoamos no solamente en mejorar las condiciones de trabajo del entrenador, sino que lleve a cabo prácticas saludables y de acuerdo a la edad de cada niño. 

¿Por qué traigo a colación lo anterior?

Siempre se ha considerado que existe una regla no escrita que dice que la gente de fútbol (entrenadores, jugadores y ex jugadores, directivos, etc.) no se mete con el trabajo del formador de sus hijos. Yo por ejemplo, tuve varios jugadores que sus papás eran ex futbolistas y ellos jamás se acercaron a mí, ni para bien ni para mal.

Lo anterior sucede en mi opinión por dos grandes motivos: 1) las mejores escuelas de fútbol tienen reglas bien claras acerca de los límites de injerencia de los padres de los jugadores y 2) la gente de fútbol está consciente que el chico que entrena a sus hijos lo hace por entusiasmo, por ganarse unos cuantos euros para sus estudios o simplemente por pasión.

 ¿Deben meterse los padres en la labor del entrenador?

Por respeto, los padres no deberían cuestionar las decisiones de los formadores ya que muchas de éstas NO son producto de sus ocurrencias o gustos personales, sino porque están respetando los fundamentos pedagógicos del deporte formativo y eso no todos lo entienden.

Cada que ponemos en duda lo que los formadores hacen, estamos poniendo en tela de juicio también, los objetivos del fútbol base. Así de simple.  

La pedagogía te dice algunas cosas como:
·         no poner a los niños en una sola posición
·         evitar las golizas
·         no hacer trampa
·         no exagerar con el trabajo físico ni analítico
·         no tener a los niños de brazos cruzados (o sea esperando a que les toque pasar)

Sin embargo hay abuelos y padres que están en desacuerdo porque en sus años mozos ellos entrenaban diferente. Por eso es necesario hacer reuniones periódicas con ellos para sensibilizarlos y demostrarles cómo ha cambiado el fútbol.

En resumen:

PROBLEMA 1. Muchos padres de familia en la actualidad saben más de fases sensibles, ejercicios contra indicados y manejo de grupos que los propios entrenadores. La recomendación es que se capacite el entrenador.
PROBLEMA 2. Los padres y abuelos esperan ver entrenamientos como antaño. La recomendación es sensibilizarlos con juntas periódicas donde noten la evolución.
PROBLEMA 3.  A algunos entrenadores les molesta todo tipo de intromisión. La recomendación es escuchar a los padres porque muchos de ellos pueden saber más que nosotros en ciertas áreas.