Cuando el niño comienza con sus primeras
experiencias futbolísticas, lo que le ayuda mucho en la toma de decisiones
(pensamiento táctico) y el desarrollo de su inteligencia táctica (comprensión
del juego) es sin duda una gran variedad de estímulos.
Antes se tenía la creencia de que el fútbol
se enseñaba. Pero con una idea bastante peculiar que respondía al contexto cultural
de esa época. Con esa idea crecimos muchos:
Cuando entrenábamos nos daban indicaciones
cada 2 minutos, correcciones cada 30 segundos, llamadas de atención cada 15
segundos y chantajes cada 5 segundos. Era la pedagogía del que más sabe. Centrada
en el entrenador.
Hoy en día en las mejores escuelas de
fútbol eso ya cambió. Los especialistas nos hicieron ver por más que les
moleste a los entrenadores de la vieja guardia que el fútbol NO se enseña, se descubre. En otras
palabras, se aprende.
Cambiar
la pedagogía de la enseñanza (instrucciones, mando
directo, amenazas, chantajes, etc.) por
la del aprendizaje (descubrimiento, resolución de problemas, creatividad en
la cancha, etc.) y la pedagogía de la respuesta ( indicaciones, correcciones,
demostraciones) por la de la pregunta (feedback
interrogativo, comunicación intrapersonal, etc.) es el reto de los entrenadores
infantiles de hoy.
Retos pedagógicos del formador del siglo
XXI:
·
saber hacer preguntas y saber
esperar las respuestas
·
aceptar que el error del
jugador le está ayudando a aprender
·
el niño ya está fastidiado de
que no lo dejan jugar y le corrijan todo
·
poner tareas que provoquen sensación
de “alcanzabilidad”. Affordances
·
expresarse con claridad no
significa usar un lenguaje “apapachador”