Actuar en Trayectoria

No se trata de un recorrido defensivo solamente ya que las basculaciones no necesariamente señalan que el defensor se tenga que desplazar con anticipación al pase.

Desplazarse tanto en ofensiva como en defensiva cuando el balón todavía no llega a su destino trae consigo muchas ventajas. Cuando se manda un pase a un compañero, el movimiento de un tercero deberá ser en los instantes que pasan cuando el balón apenas va en camino, para así formar en la cancha un triángulo imaginario que ayuda al traslado de la pelota y a la progresión de la ofensiva.


Por ejemplo, en fase de ataque cuando se amplía el balón del centro a la banda, el jugador profundo ya está moviéndose actuando en trayectoria. Se debe evitar que el jugador reaccione tarde, es decir, después de haber visto a donde llegó el pase o hasta que esté seguro que el compañero hizo una buena recepción.

En fase de defensa también se debe actuar en trayectoria cuando lo que se pretende es presionar al rival. En ese caso, cuando el balón viene en dirección de un adversario, nuestro defensor deberá aproximarse a él y con ello 1) provocar incomodidad al recibir el balón, 2) tener que jugar a un toque con la posibilidad de fallar y 3) anticiparlo si éste se queda esperando el balón.

Se actúa en trayectoria cuando se pretende triangular, cuando se saltan líneas y el delantero prolonga, cuando el volante filtra un pase al costado y el delantero pica para centrar, cuando el defensa pasa por la espalda, etc.

Cuando estamos defendiendo se actúa en trayectoria cuando se recorren las líneas y se cierran las líneas de pase, cuando el rival cambia de frente la jugada, cuando somos mayoría, etc.




Como se notará, el concepto de “actuar en trayectoria” viene acompañado de diversos aspectos conductuales como saber leer la jugada, saberse aproximar, tomar decisiones y después ya no lamentarse etc.