La Formación de Joven Jugador
Se cita así en formato APA
Anaya, Armando (2016) El proceso de formación del joven jugador de fútbol. [blog] Consultado (se pone la fecha) Disponible en: http://futbolscopia.blogspot.mx/2016/06/el-proceso-de-formacion-del-joven.html
La formación del joven jugador ha sido uno de los temas más
controversiales en las últimas décadas.
Hay países o clubes que apuestan más por el desarrollo técnico y las
destrezas con el balón, otros destacan la importancia del desarrollo temprano
de las capacidades condicionales, en cambio otras instituciones confían en que
la inteligencia táctica se adquiera mediante juegos callejeros y algunos más
sensatos aseguran que es indispensable un desarrollo paralelo de las cualidades
técnicas, físicas, tácticas y mentales, perfeccionándolas a través de los
entrenamientos y partidos.
Hemos dedicado una parte de este libro para abordar el tema de la
formación por edades y por ahora basta con mencionar que la pirámide del
desarrollo futbolístico se compone de 7 momentos que coinciden con ciertos
rangos de edad: 1) etapa de iniciación, 2) de aprendizaje motor, 3) de
formación de base, 4) de pre especialización, 5) especialización, 6) pre alto
rendimiento y 7) alto rendimiento.
En el caso del fútbol formativo aspiracional y olvidado podríamos estar
hablando de las primeras cinco etapas y de objetivos claramente incluyentes; mientras
que en el formativo de elite incluso podrían considerarse todas las partes
mientras el jugador no llega a una edad o un performance que se le considere
como un jugador “ya hecho” con todas las salvedades del caso.
Cada una de estas etapas del proceso forma parte de una secuenciación de
contenidos que tendrán por objetivo final formar a un jugador con las
competencias específicas que demanda la alta competencia.
El proceso de formación en un club de fútbol profesional comienza con la
etapa de reclutamiento mientras que
en el tejido social se da desde los patios de las escuelas, en las barriadas o
en las calles de las grandes ciudades. Continua con una etapa de selección, lo cual también sucede en el
fútbol improvisado cuando el mejor juega de delantero y el de menos condiciones
o al “gordito” se le manda de portero. En el caso de los clubes, esta etapa de
selección pasa por un sub proceso de comparación
(aplicando la añeja ley del más fuerte)
donde el visor envía al jugador a que se le haga una prueba y el
entrenador responsable de esa categoría pone a entrenar y competir al jugador
que ya estuvo la temporada pasada registrado con el equipo y lo “coteja” con el
que acaba de llegar con el fin de tomar una decisión y continuar la próxima
temporada con el más apto.
Una vez integrado formalmente a la plantilla de un equipo, comienza una
nueva etapa que la podríamos denominar de inversión
o de formación. Aquí los equipos preparan
al jugador física y mentalmente por lo que se destina una importante cantidad
de recursos para irlo llevando y tenerlo lo mejor preparado para cuando llegue
el momento de decidir si debuta, se le transfiere, se le manda a préstamo o se
le despide.
La etapa de formación comienza a alcanzar su brillantez cuando algunos
jugadores sacan todo lo mejor de ellos y detonan un conjunto de cualidades que
son atractivas para el club. Digamos que esta también es otra etapa y la
denominamos de explosión.
Cuando el proceso de formación llega a su tope (es decir sub 20 o
Tercera División Profesional en el caso mexicano) se activa una etapa
denominada de promoción en la que
tanto los directivos de fuerzas básicas como el cuerpo técnico en turno, trata
de convencer al Director Técnico del primer equipo para que le dé la
oportunidad de entrenar y registrar a algunos chicos que han llevado este
proceso.
Actualmente un jugador novato llega al primer equipo con un acumulado de
más de 50 partidos internacionales ya sea con su club o jugando en diferentes
procesos eliminatorios o en copas mundiales de selecciones menores.
Cada club determina el perfil futbolístico de sus candidatos a jugar en
sus fuerzas básicas y posteriormente también define cuales van a ser los
atributos necesarios en sus egresados. Así por ejemplo notamos que algunos
equipos optan por reclutar jugadores de una talla superior al promedio de su
edad, otros se fijan en la técnica individual y quizás alguno más en sus
valores como persona independientemente de sus características físicas.
Sin embargo todos los equipos coinciden en 1) preparar jóvenes
futbolistas que se adapten fácilmente a cualquier estilo de dirección e incluso
no tengan inconveniente jugando en varias posiciones o cumpliendo diferentes
funciones, 2) que sus gestos técnicos sean los correctos y que se efectúen
rápidamente, 3) que a lo largo de su proceso de formación haya mostrado una
gran voluntad por alcanzar el éxito, 4) que esté predispuesto al entrenamiento
(dicho de otro modo, que esté acostumbrado a los sacrificios que implican los
entrenamientos y partidos cada fin de semana.
El proceso de formación requiere de años de preparación y cada vez
surgen menos casos de jugadores que debutan en el profesionalismo sin haber
recibido una preparación futbolística previa. Como se notará, lo que priva en
este sistema es un proceso de formación inacabado que permanentemente deja las
puertas abiertas para aceptar nuevos jugadores en cualquier momento pero
también con la posibilidad de despedir a cualquiera en todo momento.