Derechos Universales de los Entrenadores de Fútbol Formativo

por A. Armando Anaya H.

A menudo escuchamos de códigos éticos del periodismo, derechos de los pacientes o formas de buen actuar de los abogados, médicos, etc. Pero, que pasa cuando hablamos de la labor del entrenador infantil y juvenil de fútbol. Qué representaciones sociales se tienen, que derechos generales deberían existir para revalorar este trabajo y considerarlo tan digno como cualquier otro. A continuación aparecen algunos derechos generales que todos los entrenadores tenemos independientemente de nuestra raza, color, posición económica, religión o país:


Entrenar y dirigir en forma libre y sin presiones de cualquier naturaleza.-
Si el trabajo esencial del entrenador formativo consiste en desarrollar habilidades propias del fútbol, este deberá encontrar un ambiente de respeto a su trabajo evitando “calentarle” el ambiente, “petardear” para inestabilizar o permitir el “zopiloteo” de otros profesores.

Ser informados de los asuntos que le competen.-
Todo entrenador está expuesto a cometer un ilimitado número de errores como resultado de muchos factores, pero los que no deben admitirse son aquellos por ausencia de información, por desvío de información o por tergiversación.

Laborar en instalaciones apropiadas y seguras que garanticen su práctica profesional.-
El gremio de entrenadores a nivel mundial debe pugnar porque le sean asignados espacios que cumplan con las condiciones mínimas e indispensables. Un espacio apropiado y seguro no es necesariamente lujoso y vistoso, pero si un lugar de tranquilidad e higiene.

Tener a su disposición las herramientas de trabajo que requiere su práctica profesional.
Todo entrenador tiene derecho a realizar su actividad con la ropa adecuada, con los implementos y con los medios necesarios.

Abstenerse de garantizar resultados o provocar falsas expectativas en sus jugadores.
Bajo ningún motivo el entrenador formativo deberá verse obligado a externar opiniones o puntos de vista que lo comprometan a realizar actos, tomar decisiones, entrenar, alinear, dirigir equipos o jugadores donde se les asegure su inclusión al medio profesional.

Recibir trato respetuoso por parte de los directivos, jugadores así como del personal relacionado con su trabajo profesional.
El respeto significa muchas cosas: es reconocer los intereses y sentimientos del otro. Es tratar a alguien con buenos modales y amabilidad. Significa reconocer también que alguien tiene valor.

Tener acceso a capacitación y actualización permanente.-
El futuro internacional de nuestro gremio mucho estará sustentado en nuestra capacidad para estar receptivos a los nuevos conocimientos. El entrenador que cree saberlo todo estará cayendo en un lamentable error de arrogancia que perjudicaría a todos quienes conformamos este grupo.

Ser considerado en igualdad de oportunidades para su desarrollo profesional.-
Todo entrenador tiene el derecho universal de ser contratado por alguna organización, sin importar raza, sexo, color de piel, creencia religiosa o condición social. El inacceso y la sinrazón poco a poco serán desterrados con la fuerza de nuestra unión.

Acceder a materiales bibliográficos y documentos técnicos en el campo de su profesión.
Hasta antes del Internet, el acceso a textos especializados en nuestro campo de trabajo era limitado y más aún en los países subdesarrollados. Además la barrera del idioma siempre a retrasado el acceso a información fresca y de primera mano.

Asociarse y reunirse con otros entrenadores para promover sus intereses profesionales.
Urge una revaloración del ejercicio docente de nuestra profesión. Mediante la conformación de redes de intereses comunes se pueden conseguir los avances que nuestro gremio requiere en relación sobre todo a nuestras condiciones de trabajo.

Presentar solicitudes, propuestas y aclaraciones de orden deportivo.
Solamente mediante la presentación de iniciativas por escrito el gremio va a fortalecerse y coincidir en lo sustancial

Salvaguardar su prestigio profesional.
Sino no es el propio profesor quien se de a respetar a si mismo, nadie más lo va a hacer. El prestigio incluye tantos aspectos como saber hacer, verse adecuadamente durante el trabajo, ser sencillo etc.

Percibir remuneración por los servicios prestados.
Por muchos años esta profesión ha sido socialmente mal o erróneamente percibida. El trabajo del entrenador es igual de importante que el de cualquier otro profesionista.