Por A. Armando Anaya H.
El crecimiento del futbol en USA es más que evidente, por lo
que me di a la tarea de preguntar a gente que se ha formado como entrenadores
allá, y estas son algunas razones por las que, a su juicio, nos están superando.
Primero, una metodología de formación que se ha extendido
por todo el territorio y que comienza desde edades tempranas, se trata de Play
Practica Play, un derivado del TGFU que ellos han sabido perfeccionar y actualizar
año con año.
La llegada de formadores de formadores ingleses ha
contribuido para profesional pedagógicamente el futbol base, pues aplican las
mejores prácticas y además, usan mucha tecnología en la planeación, ejecución y
evaluación.
Los profesionales en Ciencias del Deporte y especialidades
afines, están ocupando puestos clave en las academias, lo que permite confiar
que sus entrenamientos están basados en evidencia.
El concepto de filiales (que tanto se ha desgastado aquí) ha
sido sustituido por el de academias franquicia, lo que compromete a ambas partes
a trabajar en muchas partes con la misma calidad.
Los jugadores que salen a Europa cuestan menos que los
mexicanos, pero además muchos, por su descendencia anglosajona se integran más
fácilmente a la sociedad.
Hay una tradición muy norteamericana que consiste en
vincular el deporte profesional con el sector educativo. Eso permite a los
ojeadores tener una reserva deportiva concentrada en un mismo lugar y
disponible.
El poder adquisitivo de más padres de allá, comparado con
México, permiten mandar a sus hijos adolescentes a campamentos a Europa, lo
cual se traduce en una formación complementaria y descubrir “in vitro” los
beneficios de sus metodologías.
La labor de búsqueda de talentos se ha profesionalizado, lo
que permite dar seguimiento a mejores y más prospectos. Esto se complemente con
el “reloj de formación” algo parecido al NUI en México, que permite conocer
mucho acerca de cada jugador.
La capacitación a entrenadores se ha diversificado (también en
México, solo que aquí, no hay cursos federados de rehabilitación, directivo,
coordinador de inferiores, metodólogo, etc.) habiendo licencias elementales,
básicas, fundamentales, de rendimiento y para profesionales.