v
Licenciado
en Educación Física, Motricidad y Deporte con Especialización en Entrenamiento
y Alto Rendimiento Deportivo.
v Docente
Universitario.
v Docente
Curso
DT. ATFA-CONMEBOL.
v Docente Cursos de Grupo Ekipo.
v Director
de Evolucion.ar. Grupo de estudio,
investigación y capacitación en neurociencias aplicadas al deporte y la
rehabilitación física. Rosario. Argentina.
1-Deseo empezar con un tema sumamente relevante. ¿Cuál es la
relación entre pobreza y activación cerebral? ¿Cómo influyen las carencias
infantiles en nuestra vida deportiva adulta? Lo pregunto porque todos sabemos
que desde antaño, los jugadores que han tenido la fortuna de destacar en el profesionalismo,
la mayoría provienen de zonas marginales.
Las condiciones
socio-económicas desfavorables ejercen una influencia negativa en el desarrollo
estructural del sistema nervioso. Existe evidencia científica sobrada sobre la
relación de la pobreza y los déficit nutricionales como condicionantes del
desarrollo cognitivo. Si se afecta la estructura se afecta la función, esto en
la complejidad de nuestro sistema nervioso deriva en una afectación de la
conducta de las personas. Las neuronas y las células gliares, como todas las
células de nuestro cuerpo, están formadas por componentes surgidos de
aminoácidos y funcionan gracias al aporte energético de lípidos y glucosa. Si
el nivel nutricional es pobre se afecta todo el sistema. Necesitamos de nuestros dispositivos básicos
del aprendizaje (DBA: Atención, Emoción, Motivación, Senso-percepción y
Memoria) y nuestras funciones cerebrales superiores (FCS : lenguaje, Gnosias y
Praxias) para aprender en cualquier orden, incluido la práctica deportiva del
fútbol. Sin una nutrición básica las estructuras del cerebro que comandan la atención y el
lenguaje se ven afectadas.
Esto resulta determinante
para el buen desarrollo de la neuroplasticidad y comprometen el proceso de mielinización, por lo tanto
influirá en los proceso de aprendizaje. Libros como “Pobre Cerebro” de
Sebastián Lipina describen en detalle esta problemática y su efecto a largo
plazo en el desempeño adulto.
¿Entonces por qué vemos destacar tantos futbolistas que de
niños eran pobres?
Creo que el alto porcentaje
de futbolistas destacados que provienen de entornos de pobreza puede encontrar
una explicación contemplando tres variables. En primer término dichos
futbolistas se formaron en países donde una de las únicas opciones de mejora
social está vinculada al deporte. Esta posibilidad de mejora social es un
factor determinante, y sin duda muchos de esos casos se ven acompañados por
esta motivación. En segundo lugar, la mayoría de estos futbolistas experimentó una
formación de años de práctica intensiva del fútbol en sus barrios y vecindades,
que aun siendo asistemática, garantizó un aprendizaje específico y variable. El
tercer punto hace a la significancia implícita en este contexto. Estas
prácticas asociadas al placer del jugar, propicia un aprendizaje significativo
y determinante. La respuesta nunca es una relación simple de causa-efecto y la
lectura puede ser aún más amplia sobre las razones y condiciones que haces a
este fenómeno, pero sin duda que los futbolistas surgidos en entornos que
parecerían no favorables a simple vista, suplen sus carencias y muchas veces muestran una mayor capacidad de adaptación a la elite del
fútbol.
2 ¿Qué
está pasando en el medio? Todo mundo habla ahora de neurociencias como si la
teoría de la complejidad, los sistemas dinámicos o los mecanismos del cerebro
se pudieran aprender en 15 minutos.
En mi opinión las neurociencias son un campo de
conocimiento con posibilidades diversas. Una de las cuestiones atractivas es
que en su versión más amplia proponen un
trabajo con otras disciplinas y otros campos que inclusive trasciende la interdisciplina.
En nuestro campo de los deportes podemos hacer un esfuerzo hacia lo
transdiciplinario que sería trabajoso pero nos pondría cualitativamente en otro
lugar.
Bajo esta perspectiva epistémica, la teoría de los sistemas, la teoría de la
complejidad como las teorías enactivas pueden nutrir nuestros conocimientos y nuestra practica como entrenadores de fútbol.
Es claro que la complejidad de nuestro sistema nervioso en general y de nuestro
cerebro en particular demanda un estudio extensivo y profundo. Creemos que
el esfuerzo esta guiado por el objetivo de acercar dichos
estudios a la práctica diaria en el campo de entrenamiento, proceso que sin
duda debe contemplar la máxima de reducir, sin empobrecer, es decir
producir una verdadera ganancia metodológica y conceptual, entendible y contextualizable a la experiencia cotidiana de cada entrenador.
Las neurociencias en el fútbol no son más (ni menos) que
una posibilidad que puede afianzar nuestras fundamentaciones y enriquecer nuestras
planificaciones. Desde nuestro grupo de trabajo, siempre hemos optado ir por el
camino más largo, que sin duda excede largamente los 15 minutos.
3-¿Realmente
existe el “neurofútbol” o es un invento mercadológico como todos los “neuros”
que han atiborrado el mercado?
Desde el inicio del acercamiento entra las neurociencias y
el campo del deporte nos encontramos con esta disyuntiva: no caer en modas que
agoten este tema en una simple denominación o en una simple aplicación de
ciertas ejercitaciones llamativas, pero de dudosa corroboración científica o
inclusive empírica.
Creemos que el
prefijo “neuro” debería ser usado con cuidado, el peligro de las modas
o de las propuestas poco fundamentadas nos puede hacer perder de mucho. Tiempo antes de que el termino neurociencias
tomara sentido, las psicologías, las psicobiología y las pedagogías sustentaban
las prácticas educativas, y la función del entrenador formativo como una
función pedagógica. Conocer como la experiencia perturba nuestras redes neuronales,
comprender como un conocimiento
deportivo-motor potencia las posibilidades de los futbolistas, describir los
procesos madurativos como correlato de adaptaciones anatómicas y funcionales de
nuestro cuerpo y de nuestro cerebro, así como entender las dimensiones de la
toma de decisión son cuestiones centrales.
Creo que la sola complejidad del fútbol ya da mucha tela
para cortar.
En mi caso suscribo más a la idea de pensar en las NEUROCIENCIAS
EN EL FUTBOL que es el acercamiento de estos conocimientos a los actores
centrales del proceso formativo: los entrenadores. Que sean ellos mismos los que revisen sus prácticas.
Por otro lado, podemos distinguir a las NEUROCIENCIAS APLICADAS AL FUTBOL como un terreno que englobaría a las experiencias en que un
especialista del campo colabora con la
mejora de las potencialidades de los
deportistas. Reflexionar sobre estas cuestiones no es menor. Es un camino que
despeja dudas y asigna competencias e incumbencias profesionales. Un camino
similar siguió la PSCOLOGIA cuando se acercó al deporte.
De todas maneras los intentos genuinos y solidos que usen
esta denominación “neuro” también son parte de la búsqueda de un campo en
desarrollo.
4- ¿Qué
tanto de lo que circula al alcance de todos es falso, respecto al tema del
“neurofútbol”?
La información que
circula crece día a día. Como en cualquier caso está en nosotros poder ejercer un
sentido crítico para separar el
conocimiento de calidad. Creo mucho en el potencial del entrenador para
realizar esa lectura, siempre y cuando su capacitación constante le permita
diferenciar “la paja del trigo”.
Siempre me inclino por valorar la información que proviene
de la investigación académica con años de estudio, y sobre todo hacer foco en el
desarrollo que impactan de manera directa en el día a día de nuestra practica profesional más que en desarrollos
tecnológicos llamativos que no están al alcance de las mayorías.
5-De lo
poco o mucho que se pudiera enriquecerse el fútbol de las neurociencias, ¿qué
tanto estuvo pensado en los entrenadores de fútbol formativo?
El entrenador de fútbol formativo forma parte de un sistema
destinado al aprendizaje de nuestro deporte, junto con el jugador, el equipo
que éste integra y las condiciones del contexto que los rodea y determina. Es
una de las partes, que ocupaba para la pedagogía tradicional el centro de la
escena. Hoy la búsqueda de las nuevas pedagogías es de un jugador autónomo,
creativo y con una alta capacidad de adaptación a las demandas del juego. Creo
que bajo estas premisas, las capacidades de nuestros entrenadores toman
otro vuelo y otro destino. Es un rol de facilitador del aprendizaje, un
andamiaje, y para ello en primer término debe ser un gran diseñador de tareas, un
excelente “planificador”. Diseñar los entrenamientos no puede ser algo
librado al azar o aleatorio. Desde allí, las neurociencias ya están realizando
su aporte ayudándonos a comprender, por
ejemplo, los determinantes emocionales
del aprendizaje que surgen del estudio
de nuestra biología. De allí la necesidad de repensar el vínculo entre el entrenador
y el jugador, reubicando a este último como actor principal del proceso.
Otro ejemplo es como el conocimiento de los condicionantes
de la plasticidad neuronal limitan o amplían la posibilidad de
potenciación a largo plazo, en definitiva, de un aprendizaje motor complejo
como demanda nuestro deporte. El horario de los entrenamientos en el día, las
horas de sueño y descanso, la influencia de actividades aeróbicas o anaeróbicas
como moduladoras en mayor o menor medida del metabolismo del BDNF (factor
neurotrófico indispensable para consolidar nuevas conexiones sinápticas) o el
impacto de ejercitaciones globales o analíticas para el reclutamiento de
redes neurales específicas, son solo algunas de las
consideraciones que un entendedor moderno debería tomar en cuenta en su
elaboración diaria de los entrenamientos.
Un último ejemplo: el proceso de aprendizaje del futbolista
en cualquier nivel de desarrollo (aprende no solo el deportista infantil o
juvenil sino también el súper profesional) se vería facilitado si entendiéramos
algunos parámetros básicos que podrían
guiar el proceso metodológico. Desde
nuestro espacio de estudio delineamos estos cinco parámetros a modo de sistema, con
sus relaciones y vínculos indisociables y complementarios:
·
Regularidad/Variabilidad
·
Significancia
·
PGJR
(Progresión Gradual Jerarquizada en Recursividad)
·
Especificidad
·
Hologramática
Considero que el foco del campo de las neurociencias en
nuestro ámbito deportivo será útil en la medida de lo que esperamos , en tanto
apunte a apoyar y formar entrenadores conocedores de las demandas del
aprendizaje y conocedores del funcionamiento básico de nuestro sistema
nervioso, con el objetivo de mejorar su desempeño.
6- Cuando
leemos sobre que si entrenamos al fútbol y al mismo tiempo decimos las tablas
de multiplicar, adivinamos colores o jugamos al “gato”. ¿Eso es lo que los
neurocientíficos del fútbol querían ver en el entrenamiento?
Realmente espero que el aporte sea más profundo que eso. Este
tipo de ejercitación a todas luces son prácticas
inespecíficas. Pensamos que pueden “adornar” el entrenamiento por su valor
lúdico o recreativo en un porcentaje de tiempo acotado. Tal vez se le puede
otorgar cierto valor motivacional
predisponente para una tarea específica posterior. La evidencia científica que
avale estas prácticas como desarrollador de las capacidades de toma de decisión
no abunda. Lo que si sabemos es que la formación y entrenamiento del futbolista
se beneficia con tareas propias del deporte, en contexto. Entendemos que el
juego contextualizado ya ofrece una activación cognitiva provocada por
compañero, rivales, pelotas, arcos, etcétera, que demanda referencias de espacios-temporales específicas. Nuestro deporte ya es complejo y
sabemos que las demandas tácticas que deben enmarcar las demandas técnicas y
físicas serán la mejor “receta” que faciliten los procesos de trasferencia. Es
bueno no olvidar la frase trascendental de Donald Hebb “neurons
that fire together wire together” (“Neuronas
que disparan juntas se cablean juntas). La pregunta sería ¿qué pasara si mis
redes neuronales (complejos sistemas
de “Relojería” cuya dinámica aún no
conocemos en su totalidad) asocian un estímulo inespecífico (luz, números,
colores, etc.) con acciones motrices especificas del fútbol? ¿Qué consecuencias
tendrá en la toma de decisión del futbolista en competencia, esa estimulación
inespecífica si se repiten sistemáticamente ejercitaciones de este tipo? O pensando en
las operaciones matemáticas asociada a conductas motriz especificas ¿Será
beneficioso una interferencia del acto motor automatizado (o en vías de serlo) perturbado por situaciones que activen
estructuras corticales inespecíficas para esta tares? ¿Generarán
complicaciones a corto o mediano plazo
en la toma de decisión en el juego?
Interesante para pensar y seguir estudiando porque estas cuestiones muchas
veces (no todas) se asocian más a un marketing vacío que a una búsqueda
metodológica genuina.
Tal vez la confusión está entre el concepto de lo complejo y lo complicado a la hora de diseñar una tarea de entrenamiento.
7- ¿Qué
tan cierto es que los futbolistas deben ejecutar sus acciones de manera
impensada?
Si la idea de “pensar” antes de actuar se define como un
procesamiento racional y secuencial, es bastante complejo explicar las
innumerables conductas motrices que suceden en el juego a altísimas velocidades
Para un tipo de procesamiento en serie la prioridad es el tiempo. En el juego
existe momentos en que el futbolista se encuentra con el tiempo suficiente para
un procesamiento de este tipo, pero en la mayoría de los caso la situación le
demanda acciones que corresponderían más
a un procesamiento ultrarrápido o a lo que podemos llamar procesamiento en
paralelo. De todas maneras es importante
conocer el funcionamiento de nuestro
sistema nervioso y tomar postura sobre estas cuestione que son centrales porque
tendrán un reflejo directo en las metodologías de enteramiento a utilizar. Una
de las preguntas sería si la reflexión
racional constante de nuestros futbolistas sobre sus acciones, demandadas por
varias propuestas metodológicas, mejoran o dificultan la toma de decisiones en el
campo. La pregunta de cómo suceden esta acciones “impensadas” tiene diferentes
respuestas. La descripción antes desarrollada pertenecería más al ámbito de las
Ciencias Cognitivas más tradicional. En el caso de la Teoría de los Sistemas Dinámicas
Complejos no se enfocaría en los niveles de procesamiento de la información que llega al futbolista desde su entorno sino
en las condiciones mismas que el entorno
ejerce directamente en su conducta sensomotora. Desde otro enfoque, las teorías
enactivas también intentan dar respuestas
a esta dimensión poniendo en el centro de la ensena al concepto de conocimiento corpóreo o cognición encarnada y
la creación de sentido en el mismo instante del encuentro entre el futbolista y
su contexto.
Muchas gracias como siempre Sebastián. Nos estás
aclarando mucho. ¿Algo que falte añadir?
Me inclino a pensar que debemos entender que el entrenamiento
eficaz debe comprender estas dinámicas y abordarlas como un todo. De todas maneras sean acciones subconscientes,
inconscientes o que se rijan por las modulaciones subcorticales o periféricas,
el enteramiento situacional contextualizado siempre será el más rico en
cualquier momento de la vida del deportista. Me quedo con el título del
libro de Dante Panzeri “Fútbol, Dinámica de lo impensado” para seguir
“pensando” como entrenar con sentido.