EL OPORTUNISTA



Le decimos “oportunista” a la persona que se acomoda a las circunstancias para obtener un beneficio personal. Estos renglones no tienen remitente por lo que cada quien es libre de ponerse o no el saco.
Este tipo de personas se saltan cualquier principio ético y lo que les importa es ganar sí o sí.  Si acaso entrenaron al equipo de sus hijos o al de la cuadra, pero con eso fue suficiente para hacerse “dueño de liga” o “jefe de árbitros”. He conocido dueños de éstos que ni las reglas de este deporte se saben y que en su niñez jugaron y se metieron de todo, menos goles.

El oportunista se hace el aparecido donde NO lo llaman. Por ejemplo, ese que jamás fue entrenador pero le vende hasta chicles masticados a los incautos formadores.

Ellos ven en cualquier momento una oportunidad de meter hilo y sacar hebra. Por ejemplo hay muchos de estos personajes que saben que cierta copa o torneo NO trae nada pero con tal de quedar bien $$$ dice que es de lo mejor del mundo.

Lamentablemente este medio esté lleno de “oportunistas” No sé si en otros deportes como el tenis, el americano, el baloncesto, etc. Les pase lo mismo que en el fútbol, pero aquí de la noche a la mañana sale un personaje vendiendo trofeos, uniformes, pizarras, boletos de balnearios, etc.

Gente que estudió el curso del ENDIT sin la más mínima experiencia en la enseñanza del fútbol (empezando por los ex futbolistas profesionales) y que de pronto ya dan cursos como si llevaran toda una vida dedicada a esto.

¿Los torneos relámpago donde los niños juegan 5 minutos y sus padres pagan un dineral para tener derecho a pisar el césped del estadio Azteca entran en el paquete? depende de quien esté atrás de la organización, pues hay quien en verdad lo hace para cumplirle un sueño a los niños y hay otros que se llevan cientos de miles de pesos al año, sin apoyos a los equipos pobres que también les gustaría ir pero nadie los pela.

El peor  oportunista es el “conectado” que se presenta ante el medio como  “colocador de jugadores” y se maneja entre los cientos de equipos de tercera o segunda división profesional.  Es oportunista porque se aprovecha de la necesidad de destacar de los jóvenes y les cobran toda clase de “comisiones” para recibir la oportunidad.

Hay "oportunistas" que aprovechan que los sábados van cientos o miles de personas a los polideportivos y ponen una mesa, una sombrilla y venden, desde refrescos y aguas, hasta cigarros sueltos y pulque. El pretexto siempre es el mismo: juntar o recursos para pagar alguna deuda del equipo. 

Por eso ahora es muy complicado colocarse “democráticamente” como en antaño, pues todo el conjunto de entrenadores y jugadores llegan “arreglados” en “paquete” a los equipos y eso imposibilita a uno que se mueva de manera independiente.

He visto presidentes municipales, gobernadores, comerciantes, etc, que se aprovechan de la popularidad del fútbol y compran equipos con dinero que debería dirigirse a otras cosas. 

En mi caso, yo vendo libros pero los mismos que escribo porque con su venta pago los gastos fiscales que me genera tener esta asociación civil. Algunos “oportunistas” me han ofrecido que comente o venda de varias editoriales, pero cuando les dije que tenía que leerlos antes de recomendarlos, ya no les gustó enviármelos a mi domicilio como pasa con cualquier reseñista.  

No me queda el saco de esto que escribo porque fui entrenador durante casi 30 años y conozco de qué pie cojean todos y cada uno de los personajes del medio formativo mexicano. Doy cursos dirigidos a entrenadores de fútbol (que muchos no confían porque no están federados) pero es parte del objeto social de la asociación que encabezo y constitucionalmente nadie puede evitarlo.