Le macquarré du Messique le chingaré a la France

Por Armando Anaya

El frío húmedo y sin viento no era otra cosa más que el reflejo de un termómetro que marcaba 5 grados centígrados sobre cero. En las tribunas había miles de mexicanos que cantaban al unísono tanto el himno nacional como el cielito lindo escrita desde 1882 por Quirino Mendoza y Cortés.

¿De qué parte de México vienen a apoyar al tri? Yo soy de Durango pero vivo en San Francisco California desde hace ya más de 15 años y vine con mis yernos y dos de mis hijas, respondió Don Gilberto Herrera Lazcurain, orgulloso mexicano que lleva gastado más de 10 mil dólares americanos en estos últimos días en su viaje a tierras sudafricanas. “Nosotros estamos desde la semana pasada conviviendo con unos estudiantes del Tec que vienen de Monterrey, pero estudiamos en la Sorbona de Paris” señaló el Joven Braulio Portugal Maldonado, miembro de una solvente familia de industriales de Piedras Negras, Coahuila, dueños de impermiabilizantes Maldonado.

El himno de la FIFA era la señal que ansiosa y nerviosamente estaban todos esperando para que los equipos avanzaran lenta y altivamente a la grama tomando cada jugador de la mano a un pequeñín que estudia en las escuelas más exclusivas de Pretoria y Johanesburgo en la que sus padres pagan hasta 600 usd mensuales de colegiatura.

Apenas iba el primer minuto de juego cuando el árbitro árabe Khalil Al Ghamdi ya le había marcado a México su primera falta en contra como consecuencia de una obstrucción de Salcido a Riberi. Tres minutos después Guille Franco se para frente al balón para evitar el madruguete y esa acción la considera suficiente para amonestarlo.

Cuando todo parecía terminar sin novedad en los primeros 45 minutos, Vela lucha por recuperar un balón y siente un pequeño pero preocupante desgarre que lo obliga a cederle su lugar a Pablo Barrera. Cómo son las cosas, cómo es el destino.

Inicia el segundo tiempo y la tensión se eleva aún más. Las vuvuselas ensordecían a cualquiera, uno de los más enloquecidos, Efraín Juárez un joven marcador de punta mexicano oriundo de la delegación Alvaro Obregón del DF perdió la cabeza y no se aguantó de un intento de pelotazo que estuvo a punto de ponerlo expulsado. Todo terminó para él amonestado y cambiado.

En el minuto 64 Rafael Márquez le entrega un pase como con la mano, por encima de la defensa gala, al recién ingresado Javier el chicharito Hernández quien en décimas de segundos encara a Llories el arquero rival, lo desborda y anota felizmente el gol de la quiniela. Los enviados especiales de L´equipe no daban crédito de lo que estaban viendo, las cámaras de la TV francesa apuntaban hacia Domenech el enigmático técnico francés. Parecía ser algo fuera del libreto mundialista, México por primera vez en su añeja particpación mundialista tenía a Francia con la cabeza baja y el torso en el piso.

El minuto 79 también pasaría a escribirse en los anales de la historia del deporte más popular de México. El oriundo del barrio de Tlatilco, Cuauhtémoc Blanco anotaría por la vía del penal el dos cero que se convertiría en el marcador definido y para su egoteca el único mexicano que ha convertido gol en 3 copas del mundo diferentes.

La recta final del encuentro estuvo amenizada del ole y de las ocurrencias de los aficionados mexicanos “Perfume, colonia y fragancia, perfume, colonia y fragancia, se la metimos bien y bonito… a los putitos de Francia”