ENTREVISTA A SEBASTIÁN DI COSTA


Sebastián Javier Di Costa

v  Licenciado en Educación Física, Motricidad y Deporte con Especialización en Entrenamiento y Alto Rendimiento Deportivo.
v  Docente Universitario.
v  Docente   Curso DT. ATFA-CONMEBOL.
v  Docente Cursos de Grupo Ekipo.
v  Director de Evolucion.ar. Grupo de estudio, investigación y capacitación en neurociencias aplicadas al deporte y la rehabilitación física. Rosario. Argentina.



1-Deseo empezar con un tema sumamente relevante. ¿Cuál es la relación entre pobreza y activación cerebral? ¿Cómo influyen las carencias infantiles en nuestra vida deportiva adulta? Lo pregunto porque todos sabemos que desde antaño, los jugadores que han tenido la fortuna de destacar en el profesionalismo, la mayoría provienen de zonas marginales.

Las condiciones socio-económicas desfavorables ejercen una influencia negativa en el desarrollo estructural del sistema nervioso. Existe evidencia científica sobrada sobre la relación de la pobreza y los déficit nutricionales como condicionantes del desarrollo cognitivo. Si se afecta la estructura se afecta la función, esto en la complejidad de nuestro sistema nervioso deriva en una afectación de la conducta de las personas. Las neuronas y las células gliares, como todas las células de nuestro cuerpo, están formadas por componentes surgidos de aminoácidos y funcionan gracias al aporte energético de lípidos y glucosa. Si el nivel nutricional es pobre se afecta todo el sistema.  Necesitamos de nuestros dispositivos básicos del aprendizaje (DBA: Atención, Emoción, Motivación, Senso-percepción y Memoria) y nuestras funciones cerebrales superiores (FCS : lenguaje, Gnosias y Praxias) para aprender en cualquier orden, incluido la práctica deportiva del fútbol. Sin una nutrición básica las estructuras  del cerebro que comandan la atención y el lenguaje se ven afectadas.
Esto resulta determinante para el buen desarrollo de la neuroplasticidad y comprometen  el proceso de mielinización, por lo tanto influirá en los proceso de aprendizaje. Libros como “Pobre Cerebro” de Sebastián Lipina describen en detalle esta problemática y su efecto a largo plazo en el desempeño adulto.





¿Entonces por qué vemos destacar tantos futbolistas que de niños eran pobres?

Creo que el alto porcentaje de futbolistas destacados que provienen de entornos de pobreza puede encontrar una explicación contemplando tres variables. En primer término dichos futbolistas se formaron en países donde una de las únicas opciones de mejora social está vinculada al deporte. Esta posibilidad de mejora social es un factor determinante, y sin duda muchos de esos casos se ven acompañados por esta motivación. En segundo lugar, la mayoría de estos futbolistas experimentó una formación de años de práctica intensiva del fútbol en sus barrios y vecindades, que aun siendo asistemática,  garantizó  un aprendizaje específico y variable. El tercer punto hace a la significancia implícita en este contexto. Estas prácticas asociadas al placer del jugar, propicia un aprendizaje significativo y determinante. La respuesta nunca es una relación simple de causa-efecto y la lectura puede ser aún más amplia sobre las razones y condiciones que haces a este fenómeno, pero sin duda que los futbolistas surgidos en entornos que parecerían no favorables a simple vista, suplen sus carencias y  muchas veces muestran una  mayor capacidad de adaptación a la elite del fútbol.

2 ¿Qué está pasando en el medio? Todo mundo habla ahora de neurociencias como si la teoría de la complejidad, los sistemas dinámicos o los mecanismos del cerebro se pudieran aprender en 15 minutos.

En mi opinión las neurociencias son un campo de conocimiento con posibilidades diversas. Una de las cuestiones atractivas es que en su versión más amplia proponen  un trabajo con otras disciplinas y otros campos que inclusive trasciende la interdisciplina. En nuestro campo de los deportes podemos hacer un esfuerzo hacia lo transdiciplinario que sería trabajoso pero nos pondría cualitativamente en otro lugar.
Bajo esta perspectiva epistémica,  la teoría de los sistemas, la teoría de la complejidad como las teorías enactivas pueden nutrir nuestros conocimientos  y nuestra practica como entrenadores de fútbol. Es claro que la complejidad de nuestro sistema nervioso en general y de nuestro cerebro en particular demanda un estudio extensivo y profundo.  Creemos que  el esfuerzo  esta  guiado por el objetivo de acercar dichos estudios a la práctica diaria en el campo de entrenamiento, proceso que sin duda debe contemplar la máxima de reducir, sin empobrecer, es decir producir una verdadera ganancia metodológica y conceptual, entendible y  contextualizable a la experiencia cotidiana  de cada entrenador.
Las neurociencias en el fútbol no son más (ni menos) que una posibilidad que puede afianzar nuestras fundamentaciones y enriquecer nuestras planificaciones. Desde nuestro grupo de trabajo, siempre hemos optado ir por el camino más largo, que sin duda excede largamente los 15 minutos.

3-¿Realmente existe el “neurofútbol” o es un invento mercadológico como todos los “neuros” que han atiborrado el mercado?
Desde el inicio del acercamiento entra las neurociencias y el campo del deporte nos encontramos con esta disyuntiva: no caer en modas que agoten este tema en una simple denominación o en una simple aplicación de ciertas ejercitaciones llamativas, pero de dudosa corroboración científica o inclusive empírica.
 Creemos que el prefijo “neuro” debería ser usado con cuidado, el peligro de las modas o de las propuestas poco fundamentadas nos puede hacer perder de mucho.  Tiempo antes de que el termino neurociencias tomara sentido, las psicologías, las psicobiología y las pedagogías sustentaban las prácticas educativas, y la función del entrenador formativo como una función pedagógica. Conocer como la experiencia perturba nuestras redes neuronales,  comprender como un conocimiento deportivo-motor potencia las posibilidades de los futbolistas, describir los procesos madurativos como correlato de adaptaciones anatómicas y funcionales de nuestro cuerpo y de nuestro cerebro, así como entender las dimensiones de la toma de decisión son cuestiones centrales.
Creo que la sola complejidad del fútbol ya da mucha tela para cortar.
En mi caso suscribo más a la idea de pensar en las NEUROCIENCIAS EN EL FUTBOL que es el acercamiento de estos conocimientos a los actores centrales del proceso formativo: los entrenadores. Que sean  ellos mismos los que revisen sus prácticas. Por otro lado, podemos distinguir a las  NEUROCIENCIAS APLICADAS AL FUTBOL  como un  terreno  que englobaría a las  experiencias en  que  un  especialista del campo colabora con la mejora de las  potencialidades de los deportistas. Reflexionar sobre estas cuestiones no es menor. Es un camino que despeja dudas y asigna competencias e incumbencias profesionales. Un camino similar siguió la PSCOLOGIA cuando se acercó al deporte.
De todas maneras los intentos genuinos y solidos que usen esta denominación “neuro” también son parte de la búsqueda de un campo en desarrollo.

4- ¿Qué tanto de lo que circula al alcance de todos es falso, respecto al tema del “neurofútbol”?
 La información que circula crece día a día. Como en cualquier caso está en nosotros poder ejercer un sentido crítico para separar  el conocimiento de calidad. Creo mucho en el potencial del entrenador para realizar esa lectura, siempre y cuando su capacitación constante le permita diferenciar  “la paja del trigo”.
Siempre me inclino por valorar la información que proviene de la investigación académica con años de estudio, y sobre todo hacer foco en el desarrollo que impactan de manera directa en el día a día de nuestra  practica profesional más que en desarrollos tecnológicos llamativos que no están al alcance de las mayorías.

5-De lo poco o mucho que se pudiera enriquecerse el fútbol de las neurociencias, ¿qué tanto estuvo pensado en los entrenadores de fútbol formativo?

El entrenador de fútbol formativo forma parte de un sistema destinado al aprendizaje de nuestro deporte, junto con el jugador, el equipo que éste integra y las condiciones del contexto que los rodea y determina. Es una de las partes, que ocupaba para la pedagogía tradicional el centro de la escena. Hoy la búsqueda de las nuevas pedagogías es de un jugador autónomo, creativo y con una alta capacidad de adaptación a las demandas del juego. Creo que  bajo estas premisas,  las capacidades de nuestros entrenadores toman otro vuelo y otro destino. Es un rol de facilitador del aprendizaje, un andamiaje, y para ello en primer término debe ser un gran diseñador de tareas, un excelente  “planificador”. Diseñar los entrenamientos no puede ser algo librado al azar o aleatorio. Desde allí, las neurociencias ya están realizando su aporte  ayudándonos a comprender, por ejemplo,  los determinantes emocionales del aprendizaje que surgen del  estudio de nuestra biología. De allí la necesidad de repensar el vínculo entre el entrenador y el jugador, reubicando a este último como actor principal del proceso.
Otro ejemplo es como el conocimiento de los condicionantes de la plasticidad neuronal limitan o amplían la posibilidad de potenciación a largo plazo, en definitiva, de un aprendizaje motor complejo como demanda nuestro deporte. El horario de los entrenamientos en el día, las horas de sueño y descanso, la influencia de actividades aeróbicas o anaeróbicas como moduladoras en mayor o menor medida del metabolismo del BDNF (factor neurotrófico indispensable para consolidar nuevas conexiones sinápticas) o el impacto de ejercitaciones globales o analíticas para el reclutamiento de redes  neurales  específicas, son solo algunas de las consideraciones que un entendedor moderno debería tomar en cuenta en su elaboración diaria de los entrenamientos.  
Un último ejemplo: el proceso de aprendizaje del futbolista en cualquier nivel de desarrollo (aprende no solo el deportista infantil o juvenil sino también el súper profesional) se vería facilitado si entendiéramos algunos parámetros básicos  que podrían guiar el proceso metodológico.  Desde nuestro espacio de estudio delineamos  estos cinco parámetros a modo de sistema, con sus relaciones y vínculos indisociables y complementarios:
·         Regularidad/Variabilidad
·         Significancia
·         PGJR (Progresión Gradual Jerarquizada en Recursividad)
·         Especificidad
·         Hologramática 
Considero que el foco del campo de las neurociencias en nuestro ámbito deportivo será útil en la medida de lo que esperamos , en tanto apunte a apoyar y formar   entrenadores conocedores de las demandas del aprendizaje y conocedores del funcionamiento básico de nuestro sistema nervioso, con el objetivo de mejorar su desempeño.

6- Cuando leemos sobre que si entrenamos al fútbol y al mismo tiempo decimos las tablas de multiplicar, adivinamos colores o jugamos al “gato”. ¿Eso es lo que los neurocientíficos del fútbol querían ver en el entrenamiento?

Realmente espero que el aporte sea más profundo que eso. Este tipo de ejercitación a todas luces son  prácticas inespecíficas. Pensamos que pueden “adornar” el entrenamiento por su valor lúdico o recreativo en un porcentaje de tiempo acotado. Tal vez se le puede otorgar cierto valor  motivacional predisponente para una tarea específica posterior. La evidencia científica que avale estas prácticas como desarrollador de las capacidades de toma de decisión no abunda. Lo que si sabemos es que la formación y entrenamiento del futbolista se beneficia con tareas propias del deporte, en contexto. Entendemos que el juego contextualizado ya ofrece una activación cognitiva provocada por compañero, rivales, pelotas, arcos, etcétera,  que demanda referencias de  espacios-temporales específicas. Nuestro deporte ya es complejo y sabemos que las demandas tácticas que deben enmarcar las demandas técnicas y físicas serán la mejor “receta” que faciliten los procesos de trasferencia. Es bueno  no olvidar  la frase trascendental de Donald Hebb  “neurons that fire together wire together”   (“Neuronas que disparan juntas se cablean juntas). La pregunta sería ¿qué pasara si mis redes neuronales  (complejos sistemas de  “Relojería” cuya dinámica aún no conocemos en su totalidad) asocian un estímulo inespecífico (luz, números, colores, etc.) con acciones motrices especificas del fútbol? ¿Qué consecuencias tendrá en la toma de decisión del futbolista en competencia, esa estimulación inespecífica  si se  repiten sistemáticamente  ejercitaciones de este tipo? O pensando en las operaciones matemáticas asociada a conductas motriz especificas ¿Será beneficioso una interferencia del acto motor automatizado (o en vías de serlo)  perturbado por situaciones que activen estructuras corticales inespecíficas para esta tares? ¿Generarán complicaciones  a corto o mediano plazo en la toma de decisión  en el juego? Interesante para pensar y seguir estudiando porque estas cuestiones muchas veces (no todas) se asocian más a un marketing vacío que a una búsqueda metodológica genuina.
Tal vez la confusión está entre el concepto de lo complejo y lo complicado a la hora de diseñar una tarea de entrenamiento.

7- ¿Qué tan cierto es que los futbolistas deben ejecutar sus acciones de manera impensada?
Si la idea de “pensar”  antes de actuar se define como un procesamiento racional y secuencial, es bastante complejo explicar las innumerables conductas motrices que suceden en el juego a altísimas velocidades Para un tipo de procesamiento en serie la prioridad es el tiempo. En el juego existe momentos en que el futbolista se encuentra con el tiempo suficiente para un procesamiento  de este tipo,  pero en la mayoría de los caso la situación le demanda acciones  que corresponderían más a un procesamiento ultrarrápido o a lo que podemos llamar procesamiento en paralelo. De todas maneras  es importante conocer  el funcionamiento de nuestro sistema nervioso y tomar postura sobre estas cuestione que son centrales porque tendrán un reflejo directo en las metodologías de enteramiento a utilizar. Una de las preguntas sería  si la reflexión racional constante de nuestros futbolistas sobre sus acciones, demandadas por varias propuestas metodológicas, mejoran o dificultan la toma de decisiones   en el campo. La pregunta de cómo suceden esta acciones “impensadas” tiene diferentes respuestas. La descripción antes desarrollada pertenecería más al ámbito de las Ciencias Cognitivas más tradicional. En el caso de la Teoría de los Sistemas Dinámicas Complejos no se enfocaría en los niveles de procesamiento de la información  que llega al futbolista desde su entorno sino en las condiciones mismas  que el entorno ejerce directamente en su conducta sensomotora. Desde otro enfoque, las teorías enactivas también intentan dar respuestas  a esta dimensión poniendo en el centro de la ensena  al concepto de  conocimiento corpóreo o cognición encarnada y la creación de sentido en el mismo instante del encuentro entre el futbolista y su contexto.

Muchas gracias como siempre Sebastián. Nos estás aclarando mucho. ¿Algo que falte añadir?

Me inclino a pensar  que debemos entender que el entrenamiento eficaz debe comprender estas dinámicas y abordarlas como un todo.  De todas maneras sean acciones subconscientes, inconscientes o que se rijan por las modulaciones subcorticales o periféricas, el enteramiento situacional contextualizado siempre será el más rico en cualquier momento de la vida del deportista. Me quedo con el título del libro  de Dante Panzeri  “Fútbol, Dinámica de lo impensado” para seguir “pensando” como entrenar con sentido.