Por Armando Anaya
Las cosas que nadie comenta porque ensucian la imagen del fútbol formativo.
1) Suplantas la
identidad de un chico ingresando al campo a otro “parecido” Se complementa
pidiendo al niño que se aprenda la fecha de nacimiento del dueño original del
registro por si acaso el árbitro le pide esos datos.
Solución: te
acercas al árbitro y le pides que el entrenador del equipo X (o sea tú)
sospecha de X jugador y procedió a solicitarme estar como testigo al
preguntarle ciertos datos que debe conocer perfectamente: los nombres de sus padres de familia, su lugar
de nacimiento y domicilio.
2) Cambiar la
fotografía del registro. Es todo un arte. Hay quien “mancha” la nueva
fotografía del cachirul con tinta de pluma para que parezca que se corrió al
momento de enmicar. Mediante tratamientos a base de vapor las fotografías se
despegan muy fácilmente. Si el registro ya está enmicado se recorta con mucho
cuidado el rectángulo de la fotografía sin que se dañe el cartón del registro
para que pongas una nueva fotografía que empalme perfectamente al momento de re
enmicar. Todavía es más sofisticado cuando recortas el sello de otra foto y lo
haces que empate para que la imagen se vea “sellada”.
Solución:
soliciten a la liga que use registros tipo credencial escolar o gafete de
trabajo, que son pequeñas tarjetas que vienen impresas las fotografías tipo
credencial electoral.
3) Entregar los
registros todos juntos antes del comienzo del partido. Tanto titulares como
banca. Eso lo piden muchos árbitros así dizque para adelantar con el llenado de
sus cédulas. Algunos profes guardan su cachirul para meterlo hasta el segundo
tiempo, otros si su cachirul es “león rasurado” se la juegan desde el principio
y ya cuando esté definido a su favor el juego simplemente lo cambia y le pide
que se haga el escondidizo.
Solución: pide a
tu capitán que le diga al árbitro que deseas que se citen a los dos equipos con
suficiente anticipación para que se revise la identidad (la cara) y los datos
del registro de uno por uno de los jugadores.
4) Acta chueca.
Los jugadores y papás con tal de quedarse en los equipos, acuden con un
conocido que les hagan una acta con papel membretado y sellado del registro
civil. Es relativamente fácil y bastante recurrente en equipos de poblados
pequeños donde el dueño del equipo, el
entrenador, el padre de familia o el directivo de la liga si se tratase de un
selectivo municipal, son compadres de empleados del gobierno, incluso de
regidores o el propio presidente municipal y se hace muy rápido y sencillo. El problema
es que si te quejas, ellos mismos son la autoridad y no se gana ninguna
impugnación.
Solución: implementar
un sistema de registro basado en la huella digital y no en un registro. El
árbitro puede llevar una cajita donde todos los jugadores deben identificarse
con su huella, previamente todos los jugadores tuvieron que haber ido a la liga
a registrarse y hace lo mismo. Se le deben dar atribuciones a las ligas o la
CONADE para que verifiquen la información en las escuelas de los jugadores
sospechosos.
5) Cuerpo
arbitral corrompido. Hay muchas ligas que le permiten a los equipos usar
colegios de árbitros de la localidad, con tal de ahorrarse y no contratar
árbitros federados que vendrían desde la capital del estado y eso duplicaría
los costos del servicio. Algunos con un par de caguamas acabando el cotejo,
aceptan cualquier registro y cualquier jugador que lo haya entregado, a otros ciudadanos
del poblado los disfrazan de árbitros que no lo son, pero están en contubernio
con el equipo local del pueblo y le permiten el uso de cualquier jugador y
obviamente su arbitraje se desarrolla cínicamente localista. Se dan casos
también de extorsiones y amenazas a los árbitros para que dejen hacer y dejen
pasar cualquier cosa. En otras ocasiones siendo visitantes o locales, eso no
importa, el entrenador manda a un achichincle a hablar con el cuerpo arbitral
mucho antes de que comience todo, incluso antes de que llegue el otro equipo
para que no se dé cuenta y entonces le explica que vienen incompletos por mil
excusas y que tiene entrenando desde la semana pasada algunos chavos pero no
han podido ir a registrarlos y “queríamos ver la posibilidad de que puedan jugar.
Claro no hay problema, sabemos que eso está mal pero échanos la mano profe (le
dicen al árbitro) ¿Cuánto? para decirles y preguntarles si traen y que se los
vengan a dar cada uno para que veas que no es mentira…
Solución: jugar
en ligas con arbitrajes federados aunque sean más caras, grabar los partidos,
solicitar que sino van cuerpos arbitrales completos, que vaya un comisario,
leer la solución de los puntos uno y dos.