"Control..." gritaba el profe chileno cada vez que veía que sus jugadores se desconcertaban en la cancha y perdían su posición. Porque jugar de visitantes, en el partido inaugural y contra el equipo anfitrión requiere para comenzar de mucho de eso, de toda la organización posible antes de sucumbir. Lo demás fue ponerle un poco de estrategia, sentido común y esperar que las cosas se den y así fue, se dieron: La selección sub 15 de Chile derrotó este sábado 2 goles a 1 al equipo mexicano en la cancha uno del Centro de Capacitación Guillermo Cañedo al sur de la ciudad de México en el marco de la segunda edición de Copa de las Américas.
En otra parte, arriba, en las gradas del lugar, habían visores de varios equipos nacionales y extranjeros: del Manchester City, Chelsea, Arsenal y de la Federación Estadounidense de Fútbol. Por México llegó desde temprano Gabriel López Sapian de Chivas por aquello de los jugadores norteamericanos con padres mexicanos, alrededor estaban también visores de Pachuca y Tigres. En algunos sectores se podían ver personas grabando en vídeo jugadores específicos, incluso alguno de ellos traía impresas las fichas técnicas de los muchachos por cada selección.
Tablets, videograbadores, formatos de visorías con canchas impresas, dibujos tácticos, llamadas telefónicas en varios idiomas, así es este otro mundo del fútbol. El del mercado de piernas nóbeles, el de la exclavitud donde todo tiene un precio. El uso de ambos perfiles, la potencia de salto, el regate, el mano a mano, la anticipación son sólo algunos valores que se agregan a los productos observados, al fin hay cientos jugando a la vez.
El próximo en llegar fue Carlos García Paredes, el preparador físico del equipo nacional. En seguida en una sección improvisada que fusionaba lo exclusivo de un palco de dueños con la terraza de una vieja casona sin limpiar se encontraba "el flaco" Tena y "chava" Reyes, codeándose con dirigentes del medio nacional e internacional, unos haciendo cuentas, otros tomando mate, los menos viendo el encuentro, la desesperación del equipo mexicano y la buena obra del equipo visitante que pese a sus limitaciones futbolísticas entendió desde Santiago que para sumar puntos, todos debían traer puesto el overol...
