Fue Director Metodológico en el Athletic Club de
Bilbao. Actualmente Director deportivo de Kimet Sport. También ha sido profesor de las asignaturas de Preparación
Física, Táctica, Metodología y Planificación en la Escuela Vizcaína de
Entrenadores de Fútbol; responsable del Área metodológica de entrenamiento de
la sección femenina del Athletic club de Bilbao y ex Entrenador del equipo
Súper Liga en fase Europea. Entrenador Categorías inferiores Athletic club de
Bilbao en el Sorbide. Ex Preparador Físico del Baracaldo CF.
Primero que nada
deseo agradecer tu apoyo para el proyecto social mexicano llamado Futbolscopia
Entrenadores y reconocer tu contribución en la formación de futbolistas y
entrenadores de muchas partes del mundo.
1.- Una de las
asignaturas pendientes en el caso de los entrenadores de futbol base es su poco
interés y preocupación por desarrollar en sí mismos competencias creativas que
les permitan formar jugadores aprovechando su entorno. Por lo tanto, ¿Qué
importancia tiene que los formadores construyan a partir de su experiencia y
contexto sus propias metodologías de entrenamiento?
Considero es muy importante que los técnicos tengan la
ilusión por crear sus propias dinámicas de trabajo con los niños. Primero la
base consistirá en conocer la mayor cantidad de metodologías hasta llegar a
construir sus propias herramientas de trabajo.
2.- En tu
opinión, Un pequeño equipo de barrio ¿Debería emplear los métodos de
entrenamiento de las canteras de los clubes profesionales a pesar de que los
niños y jóvenes que juegan allá han sido seleccionados y en los equipos de
barrio juega el que quiera? Me refiero a
lo siguiente: en el futbol base existen ciertas tendencias actuales y entonces
¿Qué tan importante es que también los equipos más pobres entrenen siguiendo
esas tendencias?
En la formación lo más importante es que le método de trabajo
que apliquemos vaya en función con el nivel de los niños. Por ejemplo si
intentamos aplicar tareas competitivas de entrenamiento en el ámbito recreacional,
posiblemente sean más difíciles de lo que ellos pueden hacer. Nosotros creemos
en el método que sea adaptado al nivel y a la edad, partiendo de los principios
de adaptación, progresión y continuidad. En nuestro caso lo dividimos en nivel
lúdico, competitivo y alto rendimiento. Así podemos orientarlos de acuerdo a
las necesidades de los diferentes niveles.
3.- Si formar es
un proceso a largo plazo donde es muy importante respetar las diferentes etapas
por la que va pasando un niño – futbolista ¿Por qué seguimos viendo más y más
casos de especialización temprana?
Tenemos casos de especialización temprana porque queremos
sacar jugadores cuanto antes. La clave está en conocer cuáles son los procesos
de maduración de los niños y sabernos adaptar a las diferentes etapas
evolutivas que tienen. No es lo mismo lo que buscamos con niños de 6 años que
con los de 11 años. Por eso es importante trabajar aquello que va acorde con
las capacidades madurativas siempre bajo el principio de adaptación.
4.- El mundo del
fútbol base necesita más sujetos pensantes, que dominen diversas competencias
didácticas, que vean el fútbol primero como un juego de colaboración –
oposición y después como un deporte de alta competencia. Me da la impresión que
vamos contra corriente y estamos capacitando entrenadores “pone – tareas” es
decir, entrenadores que van a un curso y les dan 20 recetas o que descargan una
docena de vídeos de equipos profesionales y sin cuestionarse nada regresan a
sus lugares de entrenamiento a aplicarlas ¿Qué está pasando en la capacitación?
¿No se están desarrollando las competencias necesarias?
Estoy de acuerdo que existen muchos entrenadores de los que
denominamos “tareístas”. Repetimos ejercicios que encontramos en los libros, en
videos, en Internet o que encontramos por ahí. La clave es saber qué es lo que
queremos entrenar con los niños. Yo creo que la base de la formación consiste
en sacar ejercicios en la palestra y ponerlos a las niñas y niños. Nosotros
para formar jugadores trabajamos 104 cosas diferentes y para desarrollar un
modelo de juego trabajamos entre 24 y 38. Cuando sabemos qué es lo que queremos
entrenar, a partir de ahí es cuando sabremos elegir el tipo de ejercicio que se
adapte a su nivel formativo; el entrenador ha de dominarlo para conseguir
ciertos objetivos. La calve es saber qué quiero entrenar y cómo o con qué
ejercicios lo voy a alcanzar.
5.- Los
jugadores adolescentes que llegan por primera vez a un club y generalmente no
están acostumbrados a seguir indicaciones, efectuar las prácticas con
intensidad, etc. ¿Qué estrategias recomiendas para hablar con esos chicos que
tienen talento pero no han tenido la más mínima formación?
Es muy importante desde un principio explicar lo que se va a
trabajar en la sesión. Ya sea en el vestuario o en el campo mismo, hay que exponer
a los niños o jóvenes cuales son los contenidos que se van a trabajar, que
sepan cuáles serán también los objetivos que se pretenden alcanzar. Para
nosotros es muy importante el periodo preparatorio evolutivo, es decir la famosa
pretemporada. Aquí el objetivo no es tener a los jugadores físicamente
bien, sino que en 4 o 5 semanas podamos
evaluar y saber cuál es su nivel de partida y que puedan adaptarse a una
dinámica de trabajo.
6.- Respecto a
categorías infantiles. En mi opinión, uno de los conceptos más controvertidos
en el fútbol base es el de “especificidad”. Cada quien de acuerdo a su contexto
lo comprende y lo aplica de distinto modo. Si especificidad es realizar
solamente tareas de entrenamiento dirigidas a la mejora de un aspecto técnico o
táctico del fútbol ¿Entonces donde ha quedado la hipótesis de la variabilidad
de la práctica de Schmith? Si especificidad se refiere a realizar todo tipo de
juegos que le permitan al niño la transferencia horizontal de aprendizajes,
entonces ¿Es un concepto que no debería usarse en el futbol base? ¿Cómo
entiendes ese concepto?
Nosotros tenemos que comprender que debemos formar jugadores
de manera integral. No vamos tanto al tipo de tarea o al método de trabajo, sino
al contenido, es decir, qué es lo que realmente los niños tienen que trabajar.
Ya luego conforme vayan creciendo, ya veremos cuál es el mejor método para esos
niños. Por ejemplo para el trabajo de técnica tendremos que ser al
principio un poquito más directivos para
que aprendan a utilizar las herramientas y ya luego tenemos que darles más
libertad para que sepan desenvolverse por diferentes vías, caminos o diferentes
soluciones ante los distintos problemas que puedan tener a lo largo de la
sesión. En el ámbito de la táctica creemos que debemos hacer jugadores
pensantes, es decir que no podemos cortar el proceso de toma de decisión de los
niños, para lo cual debemos dejar que se equivoquen, desarrollar el mecanismo
de percepción que es muy importante, debemos trabajar el concepto táctico y la
interpretación del juego, evidentemente, ningún modelo de juego, para que a
partir de ahí, con jugadores tácticamente inteligentes podamos comenzar con el
trabajo táctico colectivo. En nuestro punto de vista se trata de partir del aspecto
global, pasar por el específico hasta acabar con el aspecto contextualizado.
Partamos de aprendizajes genéricos, que luego puedan tener un aprendizaje más
específico hasta llegar a un modelo de juego. Siempre como parte de un proceso
evolutivo.
7.- Hablando del
entrenamiento de niños de 6 a 12 años. Existe a mi parecer una confusión
semántica entre los conceptos de variabilidad y variedad. la primera sostiene
la necesidad de cumplir con un objetivo general durante la sesión variando los
elementos estructurales, los juegos y los tipos de tareas; en cambio variedad,
sería algo así como entrenar un poco de todo en la misma sesión. ¿Qué opinas?
Es clave primero trabajar la variedad. Hay que trabajar
diferentes cosas. Como ya he mencionado trabajar esos 104 contenidos de acuerdo
a las necesidades de los jugadores y a la etapa evolutiva donde se encuentran.
Posteriormente habrá que trabajar con la variabilidad mediante el aumento o
disminución del espacio, los cambios en los roles, el aumento o disminución de
los jugadores neutrales, etc.
8.- Hablemos un
poco acerca de la importancia de la enseñanza de conceptos. ¿Cuántos conceptos
pueden enseñarse durante la sesión? ¿Podemos hablar de conceptos más o menos
importantes que otros? ¿El concepto es el complemento ideal de las tareas de
entrenamiento? ¿Cuál es la diferencia entre sesiones de entrenamiento basadas
en conceptos y basadas en situaciones de juego?
Esta es una pregunta clave. Debemos trabajar 104 cosas
durante toda la etapa formativa del jugador hasta los 15 – 16 años. Para
dominar un modelo de juego debemos trabajar al menos entre 34 y 38 cosas. Para
cada sesión consideramos que debemos trabajar 4 contenidos diferentes. Respecto
a la última pregunta, en efecto, no debemos basarnos al comienzo en las
situaciones sino en base a los conceptos o contenidos que deseamos que
adquieran. Una vez que se apliquen o
dominen ciertos conceptos o contenidos, podemos proceder a trabajar las
situaciones que se presentarán de acuerdo al modelo de juego elegido. Eso es lo
que marca la tendencia.
9.- Hablando de
equipos juveniles. Emplear tareas de entrenamiento que se basan en espacios
reducidos, rondos, juegos de posesión, juegos posicionales, partidos
condicionales, finalizaciones, etc. Hacen
que el jugador analice, perciba y esté tomando decisiones todo el tiempo
Pero, ¿No consideras que un método
novedoso, por interesante que sea, puede caer en el error de hacerse
tradicional si se abusa de éstos?
Considero que en estas etapas es importante desarrollar en el
colectivo, el modelo de juego. Usar espacios reducidos y todas sus variantes
son el complemento perfecto para que el jugador tome variadas y numerosas decisiones.
En estas categorías nosotros manejamos 20% de conceptos tácticos y 20% de desarrollo
de sistema. En etapa sénior aumenta a 22% de conceptos y 28% al desarrollo del
modelo de juego. Para nada, porque son aplicadas al juego real. Si no aplicamos
al contexto real y competitivo los conceptos y los contextos, evidentemente
tendremos un problema.
10.- ¿Qué opinas
del método analítico? A mí me parece que a mejor y mayor formación académica
por parte del entrenador, mayor tolerancia a la diversidad de métodos generales
de entrenamiento.
Yo creo que el problema no está en que si son metodologías
analíticas, globales o contextualizadas. El problema está en qué mensaje
deseamos transmitir con determinado ejercicio. Si ponemos una filas encontradas
haciendo pases una y otra vez “van a sacar chispas de la tela”. Lo importante
es ver si ambos jugadores realmente se están o no comunicando mediante el pase,
si los conos son solo conos o realmente están haciendo una función de rivales,
si puedes perder el balón si pasas cerca, si te pueden quitar el balón, si
debes pasar por izquierda o derecha, qué acciones previas y posteriores se
deben hacer, etc. La tarea no es la que marca la complejidad o su propia
validez, es el mensaje que transmitimos lo que hace que una tarea sea o no
buena.
11.- Finalmente
un tema muy interesante acerca de la importancia de los espacios libres de
juego y más concretamente, las fases de creación, ocupación y aprovechamiento.
También aparecen como necesarios para la formación de los jugadores la
identificación y la búsqueda de éstos ¿no crees?
Si, nosotros no solo trabajamos para encontrar espacios
libres sino más bien para crear espacios productivos y efectivos de juego tanto
en ataque como en defensa. Al jugador hay que trabajarle para generar espacios
efectivos cuando inicia un ataque, cuando progresa y cuando lo finaliza. Del
mismo modo cuando se defiende.
Nuevamente
muchas gracias por tu ayuda y tu apoyo. Deseo que sepas que en México tienes
muchos admiradores que estamos pendientes de tus logros. Un abrazo.