Por A. Armando Anaya H.
Responsable
técnico de City Foot en Casa Blanca, Marruecos.
Entrenador licencia UEFA PRO y Director Deportivo por la RFEF. Autor del
libro “Modelo de Juego: Estructura,
Metodología y Aplicación práctica”. Entrenador en
Guyana Francesa con los equipos Kourou FC, Sport Guyanais y Montjoly. En España
colaboró con diversos equipos infantiles, juveniles y femeniles. Realizó
estadías profesionales en Real Madrid CF,
Atlético de Madrid, Lille (LOSC) y Federación Holandesa. Colaborador
habitual en The Tactical Room.
1.- Desde hace
ya varios años hemos notado una tendencia que va hacia dos rumbos con respecto
a la manera de jugar de los equipos infantiles y juveniles: por un lado la
mayoría de los clubes determinan un sistema “madre” que domina y aplica el
primer y equipo y de ahí hacia abajo y por otra parte hay clubes que dejan que
sus equipos inferiores formen a sus jugadores con la mayor cantidad de
patrones, conceptos y situaciones de juego. ¿Tú que ventajas le encuentras a
cada una?
Instaurar el mismo sistema y estilo de juego puede ser beneficioso
siempre y cuando se establezca un perfil de jugador para cada puesto con
características específicas. Tanto para la progresión del jugador como para
la evolución técnico-táctica de los equipos dependientes es fundamental que los
jugadores reunan características similares en cada puesto.
Por ejemplo, de nada sirve jugar con un 1-4-2-3-1
si jugamos con dos mediocentros creativos pero el siguiente equipo en la cadena
juega con dos mediocentros de corte recuperador. El jugador tendrá dificultades
para adaptarse y el estilo queda desvirtuado.
Esto también es factible también para equipos no
profesionales, dado que los chicos, aunque no sean seleccionados, poseen
características específicas para el juego que podemos adaptar a nuestra
filosofía.
2.- ¿Debería
emplear los métodos de entrenamiento de las canteras de los clubes
profesionales a pesar de que los niños y jóvenes que juegan allá han sido
seleccionados y en los equipos de barrio juega el que quiera?
Los equipos y/o sus entrenadores deben adaptar sus
entrenamientos en función a las capacidades de sus niños, y no a su status
profesional de club.
En el caso de City Foot, establecemos parámetros atendiendo a
los niveles motores: desde EJERCICIOS DE EJECUCIÓN basados en la repetición de
gestos sin oposición, pasando por tareas de TOMA DE DECISIONES colectivas y,
para los equipos de alto nivel, tareas PERCEPTIVAS donde entran en juego todas
las variables de un partido (equipo, adversarios y referencias donde atacar y
defender). Dentro de una misma academia existen equipos que entrenan en
torno a la ejecución y la toma de decisiones mientras aquellos grupos donde la
motricidad está muy desarrollada se ejercitan con escasas tareas analiticas.
La piedra angular que determina el factor metodológico debe
ser la motricidad del niño, que va a determinar su capacidad de adaptación a
las tareas.
3.- Uno de los
capítulos más interesantes de tu libro es el que trata acerca de los ejercicios
descontextualizados. A mí en lo particular me ha gustado porque se aleja de la
idea tajante (incluso a veces reduccionista) de entrenar solamente mediante el
método global. ¿Qué opinas de esto?
Las nuevas tendencias en materia de entrenamiento deben ser
comprendidas como un complemento, no como un sustituto de lo que antaño dio
resultado. El método global o
entrenamiento sistémico nos permite evolucionar en cuanto a sistemas de
enseñanza se refiere, pero no debemos olvidar que el aprendizaje es individual,
no colectivo. Lo que para algunos es bueno para otros puede no serlo, de manera
que su aplicación debe estar justificada.
4.- Una de las
tendencias en el fútbol es el estudio de los espacios de juego. ¿Algún día se
podrá hablar de una metodología alternativa basada en los espacios?
La metodología hace referencia al camino a seguir para la
consecución de ciertos objetivos establecidos, dicho lo anterior, la cuestión no reside en QUÉ caminos vamos a
seguir sino QUÉ objetivos perseguimos. No debemos esperar a que algún día se
hable de ello, que cada entrenador/club estipule sus objetivos a través de su
propia interpretación del camino a seguir.
5.- Hablando del
aprendizaje táctico. Desde hace medio siglo Frederich Mahlo nos proponía un
proceso basado en el análisis de la situación, elección motriz y ejecución. Hoy
se hablan mucho de tareas cognitivas. En tú opinión ¿Cómo se debe desarrollar
el pensamiento táctico en los chicos?
A través de la toma de decisiones. El cognitivismo, surgido
en la decada de los 60, resalta el interés del individuo en el proceso de
aprendizaje y fomenta la toma de decisiones. La capacidad de interés y/o
comprensión individual van intimamente ligadas a las posibilidades tácticas del
conjunto.
6.- Finalmente,
háblanos un poco acerca de la intensidad en los equipos de fútbol base. La
creencia tradicional decía que equivale a correr mucho, meter la pierna fuerte,
se arrojados, etc. Desde algunos años se ha venido enfatizando acerca del
desgaste emocional. Entonces en tú opinión, ¿Qué debemos entender como
intensidad los entrenadores de fútbol base?
Es conveniente estipular a que edades nos referimos para
valorar la importancia que adquiere la intensidad en nuestros entrenamientos,
pero en términos generales debe ser el resultado del compromiso y el grado de
implicación de los jugadores en los entrenamientos, y por ende, en los
partidos. El factor motivacional repercute directamente en la intensidad
aplicada.
Muchas gracias Joaquín. Te deseamos que sigan los éxitos y te comento que
en México tienes muchos seguidores.