En cuanto a las conductas más habituales de los
entrenadores deportivos en su interacción con los deportistas, en relación con
la motivación y la autoestima, se han podido detectar que se
agrupan en diferentes categorías:
1.
Reforzamiento:
incluye aquellas conductas que pretenden reconocer o premiar las acciones de
los deportistas.
2.
No
reforzamiento: incluye la omisión de una conducta de reforzamiento cuando los
deportistas han hecho algo positivo.
3.
Animo
contingente al error: cuando el entrenador anima a un deportista después de
haber cometido un error.
4.
Instrucción
técnica contingente al error: cuando explica al deportista porque se ha
producido el error o como puede evitarlo la próxima vez desde el punto de vista
del gesto técnico.
5.
Castigo:
incluye conductas coercitivas del entrenador como reacción a los errores de los
deportistas.
6.
Instrucción
técnica punitiva: se trata de una mezcla de las dos anteriores. El entrenador
da una instrucción técnica pero de manera represiva o amenazante.
7.
Ignorar
el error: el entrenador ignora el error del niño y no le dice nada al respecto.
8.
Mantener
el control: incluye conductas de “no perder el control” por parte del
entrenador, cuando se producen situaciones no deseables durante el juego.
9.
Instrucción
técnica general: abarca todas las instrucciones que utiliza el entrenador por
propia iniciativa sin que sean propiciadas por errores o aciertos cometidos.
10. Animo general: el entrenador da animo a sus deportistas
sin que se hayan producido aciertos o errores que provoquen esta conducta.
11. Organización general: el entrenador se dirige a sus
deportistas por alguna cuestión de organización general sin que esta sea una
reacción a los aciertos o errores producidos.
12. Comunicación general: abarca conductas de comunicación
con los deportistas sin una incidencia directa inmediata sobre el juego o bien
referirse a la búsqueda de información para una futura decisión.