
El portero deberá caer al piso primero con la parte lateral externa de la rodilla, luego el muslo y la cadera, segundo con el antebrazo y tercero con el hombro. Justo al momento de impulsarse los brazos saldrán del cuerpo hacia delante y las piernas se flexionarán acompañando el desplazamiento con naturalidad. Deberá evitarse el recueste diagonal hacia atrás, pues se pierde el control visual del balón, nunca deberá meter los codos abajo del cuerpo, pues se corre el riesgo de lesionarse las costillas o una bolsa sinovial, evitará dejar caer el peso del cuerpo en los codos pues aparte de provocarse una peligrosa lesión el esférico rebotará y quedará a la deriva. No deberá recostar con los brazos extendidos, erguidos o rígidos. No deberá subir los pies mostrando falta de control corporal. Se recomienda evitar caer de frente con el estómago.
Cuando el tiro es muy fuerte se deberá enseñar al portero a darle salida al balón como se indica en el punto (9). Si el tiro es a media altura deberá observarse que se sujete el balón antes de caer por completo. Cuando el tiro viene con efecto, hace extraños por las condiciones ambientales o hace un extraño bote previo, deberá recomendarse al portero desviar el balón.