¿Qué nos dice la investigación deportiva acerca de la relación entre pensamiento y movimiento?
Armando Anaya H.
“Durante muchos años la comunidad de profesores consideró que pensar era pensar y la de entrenadores, movimiento era movimiento y que ambos nunca se encontrarían” (Jensen, 2010, 117)
Científicos educativos que pensaban diferente, por años estuvieron intentando demostrar lo que ahora ya todos conocemos. Lo único que encontraron en aquel tiempo fue impopularidad.
Si el cerebro está en la cabeza y el futbol se juega con los pies ¿Cómo puede haber conexión? Se preguntaban y debatían.
Ahora sabemos que perfectamente que existen zonas específicas del cerebro que se activan cuando una persona está haciendo ejercicio. Pero todavía mejor, ¡cuando está jugando!
El juego contribuye más para el aprendizaje que cualquier otra actividad. El juego no es que sea el maestro como popularmente se cree, más bien es la vía para detonar. La zona del cerebro conocida como cingulada anterior es la que se activa cuando se aprenden nuevos movimientos.
Existen muchas investigaciones que demuestran que, cuando un niño realiza deporte y simultáneamente aprende, por ejemplo, lenguaje matemático, dibujo, gramática, ajedrez, armado de rompecabezas o comprensión lectora, mejora significativamente su comprensión táctica.
Pero mientras tanto ¿Qué pasa con los formadores?
Pensamos demasiado en lo que debe ser un jugador inteligente, pero nunca nos detenemos a reflexionar sobre qué es un entrenador inteligente. Eso se da por sentado, pero no es así.
Hay que desarrollar habilidades del pensamiento a los entrenadores primero, para que después ellos optimicen su labor pedagógica con sus alumnos.
Sabemos que muchas de las dificultades que tienen los entrenadores para 1) tomar decisiones, 2) resolver problemas, 3) diseñar entrenamientos, 4) leer partidos, 5) trasmitir sus ideas respecto a su modelo de juego, etc., se debe a que no les han ayudado a organizar sus pensamientos, acomodar lo que saben, darles sentido a sus observaciones y analizar. En pocas palabras: aprender a pensar tácticamente.
Al identificar esto, nos hemos estado dando a la tarea de impartir cursos para desarrollar habilidades del pensamiento conceptual en los entrenadores porque sabemos que, si ellos piensan mejor, formarán mejor.
Ya no se trata de enseñar tareas de entrenamiento (porque estamos saturados de eso) ni de copiar métodos (porque les sirvieron a otros en otro contexto) sino de sacarle provecho a la experiencia y conocimiento que los entrenadores han acumulado por décadas y que nadie les ha dicho como capitalizarlo.
En el Seminario de Dirección Táctica que se realizará del 17 al 21 de agosto de 8 a 10 pm, vamos a realizar algunas lecturas y ejercicios cognitivos conceptuales que nos permitan mejorar nuestra práctica diaria.
Temario General
¿Qué es el aprendizaje de la acción táctica?
¿Cómo aprender a pensar?
Cuando hablamos de formar jugadores inteligentes, ¿Qué significa eso en términos cognitivos?
Ejercicios para mejorar nuestras habilidades del pensamiento táctico conceptual
¿Qué son las competencias tácticas?
¿Qué son las intenciones tácticas?
Consulta nuestras cuotas de recuperación vigentes y te esperamos.
