Por A. Armando Anaya H.
Es un término popularizado por Taylor y Bogdan en 1996 que hace referencia al nivel de confianza que debe lograr una persona con otra, por ejemplo, cuando se hace una entrevista o se está inmerso en un proceso educativo.
Para Steward (1998) El Rapport es el fenómeno en el que dos o más personas sienten que están en sintonía psicológica y emocional (simpatía), porque se sienten similares o se relacionan bien entre sí.
Para un entrenador es muy importante lograr los más elevados niveles de Rapport para poder penetrar en el mundo interior de sus jugadores.
Se trata como diría Galindo (1998) que el docente – entrenador viva por unos instantes “la vida del otro y con el otro”. Lo cual supone llegar a recoger la mayor cantidad posible de información, vivir lo más intensamente el proceso de comunicación, volver y reflexionar el construir paso a paso, detalle a detalle, hasta llegar a una propuesta configuradora de sentido de lo sucedido.
Los mismos Taylor y Bogdan (1996) consideran que los jugadores de más confianza del entrenador son aquellos con los que se han logrado este Rapport.
Decía Aguirre (2020) que él tiene como hábito todos los días conversar al menos cinco minutos con un jugador diferente del plantel con la única finalidad de conocer más por dentro y de viva voz, sus preocupaciones, sentimientos, emociones, molestias, etc.
Para que un jugador considere a su entrenador como alguien confiable, se necesita ir construyendo un vínculo de amistad progresivo. Ningún Rapport se da de un día para otro.
Muchas veces al principio, se trata de una empatía generalizada, pero, con el tiempo, tanto uno (el entrenador) como el otro (el jugador) van poniendo de su parte para que los niveles de confianza y credibilidad sean cada vez más sólidos.
“Tenemos que aprender a relacionarnos de otro modo con los jugadores, se terminaron las épocas donde la comunicación solo era unidireccional y contaba solamente para las decisiones una sola palabra” Hammersley y Atkinson (1998)
Cuando los jugadores encuentran en el entrenador una persona con quien confiar, de inmediato la motivación toma otro rumbo.
Pero no siempre el Rapport se da con el DT. Hay ocasiones que esos vínculos afectivos se presentan con algún otro miembro del cuerpo técnico. Decía Rodriguez (1988) “siempre es necesario en los equipos el malo y el bueno, el Yin y el Yang. Esa complementariedad le termina favoreciendo a todos, pues algunos jugadores se identificarán con la personalidad Yin y otros con Yang.
