El la formación del fútbol ¿Mecanizar, interiorizar, sistematizar o automatizar?

Armando Anaya, 2015

Cada vez con más frecuencia se escucha decir a los entrenadores formativos que desean mecanizar tal o cual movimiento mostrando un lamentable e ingenuo desconocimiento del significado del término y de su origen.

Por hacerle caso a los que no fueron a una universidad, los jóvenes ávidos de hacer cosas diferentes confunden "mecanizar" con interiorizar.

El concepto "mecanizar" proviene del latín "mechanisma" que a su vez deriva de "mechane" que eran los instrumentos o herramientas para hacer algo y "mechas" que eran los medios para hacerlo.

Es decir, quien mecaniza cuenta con los recursos materiales y las herramientas cognitivas para hacerlo, pero únicamente se está diciendo el cómo hacer y no el cuando ni donde hacer.

Asimismo quien realice las cosas como una máquina se considera mecanizado, mientras que quien logra "interiorizar" hace referencia a un complejo y multimensional proceso que comienza con percibir, decidir y ejecutar, que desde luego son aplicables en las múltiples y CAMBIANTES situaciones que se presentan en el juego.

Quien sistematiza está haciendo algo de forma ordenada, lo cual también es válido porque estamos refiriéndonos a un proceso.

Pero es inaceptable hablar de "mecanizar" cuando lo semánticamente correcto es "sistematizar" o "interiorizar" incluso se puede usar "automatización" en el sentido autónomo de la toma de decisiones.
Por eso a juicio del profesor y colega Hernando Medrano (colombiano estadígrafo y analista táctico) "si le enseñas (a un niño jugador) a que cuando reciba el balón simplemente lo rechace, eso es lo que siempre hará"

Pero si le has enseñado que además de recibirlo, tuvo que levantar la mirada, percibir a su alrededor, driblar, pasar, rematar y muchísimas alternativas más, entonces ese jugador tendrá más poder resolutivo (que no se limita a la simple mecanización de un movimiento) y cuando ejecute la jugada más correcta diremos entonces que ya posee como diría el gran Julio Garganta inteligencia de juego.

En conclusión, la capacidad de pensar es propia del ser humano, y se va desarrollando paulatina y naturalmente con la maduración, conforme crece y se desarrolla.

Sin embargo esa aptitud natural para pensar, que significa entenderse a sí mismo y al mundo que lo rodea, usando la observación, percepción, la atención, la memoria, la transferencia y la decisión, solucionando problemas que se presentan día tras día, recordando, imaginando y proyectando, puede estimularse mediante cierto tipo de entrenamiento, que actúa sobre los procesos mentales para potenciarlos.

Para ello se utilizan estrategias que estimulan sobre todo el aprendizaje significativo, para que lo que penetre en la memoria se sitúe en la de largo plazo y no simplemente se mecanice algo que mañana ya no va a ser igual.