COLUMNA: Los daños colaterales ...



por Armando Anaya

Esta vez fue la señorita Mishelle Herrera Álvarez quien se llevó entre las patas por sus comentarios a su padre el seleccionador nacional Miguel “el piojo” Herrera. Ya otras veces habíamos leído reacciones de familiares cercanos a los protagonistas del espectáculo deportivo e incluso en la política nacional, pero esta vez volvió a revivirse un viejo debate.

Usar redes sociales tiene sus protocolos, sus modales, digamos las formas políticamente correctas,  sobre todo cuando no sólo vamos a hablar de lo que pensamos sino defender a un tercero.

Algunos consejos al momento de defender a alguien en las redes sociales son los que siguen: primero, no te enganches y reconoce cuando los cibernautas hacen comentarios apasionados o mal intencionado de los desinteresados y constructivos, cosa por demás complicada para muchos defensores de lo indefendible.

Segundo, caracterízate en la red, es decir, adopta una propia personalidad y acostumbra a tus seguidores a que respeten tus comentarios, si cada que las cosas le salen bien a tu defendido te la pasas exagerando en los piropos y cuando salen mal defiendes sin argumentos, tu voz editorial se irá poco a poco silenciando.

Piensa tus argumentos, date unos minutos para analizar la situación y aprende a matizar tus comentarios. Por ejemplo Mishelle se hubiera leído más elegante defendiendo su desacuerdo sobre algún tema con datos duros, observaciones que apelen al sentido común o argumentos que expliquen su postura como hija y no dejarse llevar por las circunstancias del momento que vivía un tercero.

Cuando tengas las pruebas suficientes para decir algo, “usa todas las ventanas que veas abiertas”, publica en varias redes sociales, al fin y al cabo tienes un as bajo la manga. En las redes sociales como en la vida misma, una prueba contundente no es un dicho, sino más bien un hecho que se sustenta con una grabación, una firma o una imagen.
Consigue aliados estratégicos que te llevarán a nuevas audiencias publicando directamente en las plataformas informativas que son afines a tus pensamientos, de nuevo lo mismo, parafraseando un poco al libro El Arte de la Guerra de Sun Tzu “no entres a terrenos donde no conozcas los caminos”.

Los tiempos en las redes sociales corren a ritmos más vertiginosos de lo que te imaginas. Si reaccionas después de tiempo los cibernautas te acusan diciendo que “el que calla otorga” y si reaccionas sin tener pruebas, ya sabes las consecuencias.

Finalmente, recuerda que  perder la compostura en las redes sociales significa lo mismo que en la vida real. “No digas o hagas cosas que después tengas que arrepentirte” .