Las visorías en divisiones inferiores: problemáticas y retos.




No tiene mucho que le comenté a un visor, “ok llevas un registro de los que mandas a tu club al año, al mes incluso a la semana, pero ¿Cuántos jóvenes observas? Deseo saber la relación entre aceptados y rechazados.

Otra pregunta que no tuve respuesta fue ¿Cuántos jugadores llegaron a tu club por medio de visorias y cuantos de otros modos,  cuáles son esos modos y que porcentaje representan?

Eso me provocó escribir éstas líneas al respecto, basadas en el enfoque de evaluación de calidad.

Se le llama proceso de evaluación de los jugadores bajo el enfoque de calidad al proceso mediante el cual comparamos lo que queremos, lo que buscamos (la utopía de la calidad) con lo que nos llega ese día, lo que tenemos (la realidad de calidad con la que contamos) con el fin de tomar decisiones conducentes a alcanzar la calidad. Dicho proceso de comparación implica llevar un registro pormenorizado no sólo de los aceptados sino también de los que acudieron.

Sin criterios  de calidad las visorías aparentan ser un gran negocio cuando en verdad siguen siendo demasiado costosas si consideramos la poca información que se recoge durante éstas.
Las visorias se llevan a cabo entre personal de los clubes con mucha experiencia pero con muy poca o nula  preparación en el campo de la metodología de la evaluación. No se enojen ni se asusten, mejor consideren que en México tenemos muy pocos metodólogos del deporte especializados en evaluación del rendimiento.
Existen cuatro elementos para elaborar un instrumento profesional de evaluación: las variables, los indicadores, los parámetros de referencia y los niveles de desempeño; éstos últimos siempre son: destacado (MB) competente (B) básico (R) e insatisfactorio (M). Las variables pueden ser la posición del jugador, el indicador por ejemplo delantero y los parámetros de referencia son preguntas que le permiten a cualquier persona calificada evaluar su desempeño: ¿Hace control orientado? ¿remata de primera? ¿se sabe botar? Etc.

Pero ¿Qué significan los niveles de desempeño?

Desempeño destacado: indica que clara y consistentemente sobresale con respecto a lo que se espera en el indicador evaluado. Desempeño competente: indica un desempeño acorde con el indicador evaluado. Cumple con lo requerido pero no extraordinario. Desempeño básico: Indica un desempeño que cumple con lo esperado en el indicador evaluado, pero con cierta irregularidad (ocasionalmente) y desempeño insatisfactorio: indica un desempeño que presenta claras debilidades en el indicador evaluado y éstas afectan significativamente su aceptación.

Afortunada o desafortunadamente hay un consenso entre los visores para “dejar hacer” a los muchachos el día que acuden a probarse.  Desean verlos sueltos, creativos y hasta cierto punto tal y como son. Sin embargo la realidad es que llegando a los clubes hacen de ese jugador un futbolista obediente, que tenga muy poco margen de decisión y se apegue a las indicaciones de los entrenadores porque si no lo despiden.  ¿En qué me baso para afirmar lo anterior? En cuanto a la falta de jugadores que sepan tomar decisiones y sean analíticos dentro y fuera, en la exagerada llegada de futbolistas extranjeros que ocupan puestos importantes en primera división y en mi experiencia como entrenador formativo y de Fuerzas Básicas donde yo mismo caí en esa clase de conductas.

Para algunos visores tal jugador destaca mientras para otro no sirve, todo ello no sólo es porque cada quien tiene su propio sentido o parámetros de porvenir, pero al ser subjetivos y personales unos desean jugadores altos, otros técnicos y otros obedientes.

Los visores no sólo deberían estar ahí para ver, sino también para cerciorarse que el jugador atiende indicaciones, que tiene disciplina y que sabe escuchar, ya que en un club profesional de todo eso dependerá su continuidad incluso más que sus cualidades técnicas. Muchos visores en este momento dirán “yo si doy indicaciones a los chavos mientras los observo” pero no con una intención como la que se mencionó anteriormente y no a todos los prospectos.

Se carece en México de un Registro Nacional de Prospectos  que recoja huella digital del muchacho aparte de sus datos personales. Con eso se sabrá a donde y cuántas veces lleva probándose, con quienes, por cuanto tiempo etc. Pero sobre todo su fecha de nacimiento y nivel socio económico.